Faltan solo 3 días para las Primarias Presidenciales.

El panorama electoral proyecta una elección de tercios, con Juntos por el Cambio, Unión por la Patria y La Libertad Avanza como las principales fuerzas. Más rezagado aparece el Frente Hacemos por Nuestro País, de Juan Schiaretti, así como los partidos que conforman “la izquierda”.

En estas elecciones se dirimirán las internas dentro de cada partido o frente. Por el lado de Juntos por el Cambio, la disputa entre Patricia Bullrich y Horacio Rodriguez Larreta (HRL), que había adquirido una agresividad inusitada, se ha distendido en los últimos días.

En Unión por la Patria, la principal preocupación es cómo responderán los electores a dos eventos: el crimen de una nena de 11 años en la Provincia de Buenos Aires y el descalabro económico.  Los electores, que se conducen fuertemente por las emociones, podrían “sancionar” al gobierno provincial y nacional en las urnas.

Desde el Frente la Libertad Avanza liderado por Javier Milei podrían aprovechar estos dos eventos para sacar músculo y hacerse fuertes en los grandes centros urbanos, donde los electores suelen tener mayor margen de autonomía para decidir entre votar una u otra opción.

Dicho esto, en las elecciones se podrían verificar o constatar 3 orientaciones en el voto: uno prospectivo, que mira hacia el futuro (con la esperanza de producir un cambio hacia mejor)  y otro más defensivo, que mayormente busca preservar el status quo. El tercero se compone de personas que, desanimadas, no piensan votar o que, al no haber a sus ojos opciones atractivas a la vista, deciden votar en blanco o directamente impugnar el voto.  

Quienes representen al primer conjunto podrían decantarse por opciones que apoyen y defiendan el cambio (como HRL, Patricia Bullrich, Javier Milei o incluso Juan Schiaretti). El segundo grupo está compuesto de personas que, o bien defienden la tarea hecha por el gobierno, o bien piensan que las alternativas que se ofrecen son peores. Se incluye también a aquellas personas, que no siendo oficialistas, reciben transferencias económicas del Estado que buscan preservar y cuidar.  

Es esperable, por las razones mencionadas, que el gobierno nacional logre retener un caudal de votos no menor. Los partidos de gobierno pueden ganar o perder (América Latina ha sido testigo de mucha alternancia en años recientes), pero el efecto “cancha inclinada” en favor del oficialismo, no obstante, existe. Dicho en otras palabras, las ventajas de ser gobierno en tiempos electorales son evidentes a pesar de la crisis económica, social y de inseguridad (*).

Aun asi, la tendencia en Argentina, al igual que en gran parte de la región, es al rápido crecimiento de los partidos antisistema, por un lado, y de los liderazgos fuertes, por el otro (**).

El primer fenómeno se encuentra representado por Javier Milei, mientras que el segundo podría ser encarnado por Patricia Bullrich.

Los resultados definitivos tendrán la última palabra. Por lo pronto, la campaña electoral en la mayoría de los espacios ha cesado y la gente se moviliza a lo largo y ancho del territorio aguardando el domingo para ir a votar.

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*Si no, observar el triunfo de los ejecutivos provinciales en los últimos meses

**El primero suele germinar desde la oposición