
La campaña electoral de cara a las Elecciones Primarias ya comenzó. Los precandidatos de las distintas fuerzas se muestran en radio y televisión a fin de dar a conocer sus principales propuestas electorales y conectar emocionalmente con el electorado. Las redes sociales juegan, en este contexto, un papel singular donde los candidatos buscan captar el voto joven y no tan joven.
Por razones de interés general, me centraré en el presente artículo en la campaña electoral para pre-candidato a presidente y vicepresidente de la Nación del próximo domingo 13 de agosto.
Por la coalición de gobierno, Unión Por la Patria, se presentará el Ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, quien irá acompañado en la fórmula por el Jefe de Gabinete de Ministros, Agustín Rossi. Esa lista competirá en esta instancia contra el dirigente y líder social, Juan Grabois y su vice, Paula Abal Medina.
En Juntos por el Cambio competirá, en tanto, la fórmula Patricia Bullrich-Luis Petri frente a Horacio Rodríguez Larreta-Gerardo Morales.
El escenario electoral se completa con la postulación de Javier Milei por La Libertad Avanza, quien irá acompañado por su precandidata a vice, la abogada Victoria Villarruel.
Este cuadro augura una competencia interna pareja dentro de Juntos por el Cambio. No así dentro del oficialismo. El frente La Libertad Avanza decidió, a contramano, no competir internamente y presentar un solo candidato.
Los candidatos de Unión por la Patria
Sergio Massa es actual Ministro de Economía de la Nación, abogado y ex intendente de Tigre. Ha sido también Jefe de Gabinete de Ministros durante el período 2008-2009 y presidente de la Cámara de Diputados entre 2019 y 2022.
Su llegada al ministerio de Economía en 2022 suscitó un gran interés. Si bien se creyó en un primer momento que podría rescatar a la economía argentina de la crisis, la realidad indica que no ha sido así.
Se da la paradoja de que, aún sin muchos resultados positivos que mostrar, es uno de los candidatos más competitivos dentro de las filas del oficialismo.
Muestra de su falta de éxito en la gestión es la búsqueda del kirchnerismo por instalar un candidato alternativo. No obstante ello, ha podido abrirse paso y crear una especie de consenso a último momento en torno a su figura.
El dirigente social, Juan Grabois, será su competidor dentro de esta interna. Él es abogado, docente y fundador del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). Desarrolló su militancia en torno a la organización gremial de recicladores y vendedores ambulantes. En los últimos años, además de convertirse en figura mediática, ha logrado forjar una cierta afinidad con el sumo pontífice, el Papa Francisco.
Busca representar a un sector de votantes no satisfechos con la elección de Sergio Massa como candidato del oficialismo, por representar ideas ajenas a las de justicia social y soberanía nacional características del peronismo clásico.
Juntos por el Cambio
Patricia Bullrich es una ex diputada nacional con experiencia de gestión en diferentes ministerios. Ha sido ministra de Trabajo de La Alianza y Ministra de Seguridad bajo la presidencia de Mauricio Macri (2015-2019). Se ha destacado siempre por su perfil duro y, por momentos, confrontativo.
Su carrera política arrancó allá por los años ´90 en el gobierno de Carlos Menem y ha continuado, con altos y bajos, hasta la actualidad. Durante el último año ha elevado fuertemente su perfil, para posicionarse como favorita en la interna de la oposición. Apuesta a un “cambio de shock” que permita arribar a un capitalismo abierto con reglas claras.
Goza del apoyo expreso del ex presidente Mauricio Macri.
Horacio Rodríguez Larreta es, por su parte, el actual Jefe de Gobierno (reelecto) de la Ciudad de Buenos Aires. Ha sido catapultado a ese cargo por el ex presidente Macri, con quien hasta hace unas semanas mantenía una muy buena relación.
Previamente a ser jefe de gobierno, se desempeñó como Gerente General de la ANSES e Interventor del PAMI, para convertirse en el 2007 en Jefe de Gabinete porteño.
Ha sido destacado por sus pares por su gran capacidad de trabajo y gestión. Su apuesta es por un cambio profundo sobre la base de consensos amplios y duraderos.
La Libertad Avanza
Javier Milei es un economista y diputado de la Nación que adhiere a la doctrina libertaria en temas económicos y sociales. Aboga por la libertad del individuo y el libre desenvolvimiento de los mercados sin la intervención del Estado. Se define como un antisistema, al rechazar toda relación con lo que él denomina “la casta” y que vendría a representar todo político profesional, es decir, todo aquel político que, en la terminología de Max Weber, viva de la política.
Siendo una personalidad relativamente nueva dentro de la política, se encuentra electoralmente en franco ascenso, a pesar de no haber podido desplegar una estrategia electoral exitosa más allá de Buenos Aires.
Allí reside precisamente su mayor debilidad: la ausencia de representación y poder territorial a lo largo y ancho de la Argentina. Esta debilidad podría ser compensada con su capacidad de acceso y penetración en redes sociales y medios de comunicación nacionales.
El análisis de las elecciones
Me centraré en este apartado en las elecciones internas más importantes: las de Unión por la Patria y Juntos por el Cambio.
Con respecto a la interna dentro de Juntos por el Cambio, el “qué hacer” o “para qué hacer” no parecería estar en discusión. Lo que está en juego, en realidad, es el “cómo”. En otras palabras, existe un debate acerca de la modalidad del cambio que es necesario llevar a cabo una vez en el poder.
Ya en el gobierno, hay quienes creen que el cambio debería ser de fondo, sin dejar margen a la duda. Además, ese cambio tendría, según sus defensores, que imponerse y defenderse contra todo intento de resistencia.
En esa línea se ubica la precandidata de Juntos por el Cambio y presidenta del Pro, Patricia Bullrich, quien buscaría hacer una alianza de gobierno con Javier Milei y los libertarios en el Congreso de la Nación en caso de alcanzar la Presidencia.
La otra postura, la del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, es buscar un cambio profundo, pero con consensos amplios y duraderos. Su idea es crear supermayorías en el Congreso para la sanción de las leyes más importantes (de alrededor del 70% de los miembros). Para eso requerirá el apoyo de al menos una parte del peronismo.
Este debate acerca del cómo ha transcurrido no sin polémica. De hecho, la discusión se ha tensado en las últimas semanas en medio de agresiones y chicanas. Este escenario, aunque no el ideal, no parecería poner en riesgo la integridad de la coalición. Todo indica que, una vez celebradas las elecciones Primarias, la paz interna podría emerger nuevamente.
Sobre la interna del peronismo no hay demasiado que agregar. Existe un solo candidato competitivo y ese es Sergio Massa. No obstante, Juan Grabois podría, llegado el caso, canalizar un porcentaje no marginal de votos que, por una u otra razón, no irán a parar a Massa.
Su naturaleza antisistema y su ideología de izquierda atrae a votantes del ex Frente de Todos que se encuentran más a la izquierda que el actual ministro de economía.
El apoyo de la vicepresidenta Cristina Fernández a Sergio Massa garantiza un piso de votos no menor en favor de este último. No obstante, ese mismo apoyo podría ser un impedimento para sumar la adhesión de otros sectores menos afines a la ex presidenta, limitando así su margen de crecimiento hacia octubre (mes de la primera vuelta electoral).
Los magros resultados cosechados al frente de Economía junto a la radicalización de su discurso (y el empeoramiento de las condiciones económicas) en las últimas semanas son asimismo un límite a sus posibilidades electorales (*).
¿Quién pica en punta en esta elección?
Desde una perspectiva histórica y regional, el voto se orienta a personas, no a partidos (plataformas, programas). Partiendo de esta base, los liderazgos “fuertes” o antisistema marcan tendencia. A su vez, dentro de esos liderazgos, aquellos candidatos que sean capaces de hablarle directamente al ciudadano sin intermediarios (con un lenguaje llano y un estilo directo) son especialmente atrayentes (**).
En algunos países, más que en otros, la búsqueda de un “orden” está a la cabeza de las preocupaciones. Es el caso de la Argentina, donde la búsqueda de un orden económico se encuentra al tope de las prioridades. Además, existe un pedido extendido por mayor seguridad.
La tendencia del voto descripta es observable también en países de la región como Chile, Brasil, Perú o Ecuador, por citar algunos ejemplos.
En Perú, personalidades como Pedro Castillo (un maestro rural) tuvieron su cuarto de hora producto de un sistema electoral y de partidos deficiente y un fracaso de los políticos del establishment en gestionar de manera eficaz la pandemia y la cuarentena, así como de su incapacidad para introducir reformas eficaces en salud y educación, entre otros temas.
En Brasil, candidatos como Jair Bolsonaro triunfaron gracias a la operación Lava Jato, un producto de la corrupción estructural de la clase política brasileña, conformada hasta ese momento por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y el Partido de los Trabajadores (PT).
En Ecuador, un candidato de extrema derecha pica en punta para ponerle fin a la violencia del crimen organizado y la delincuencia, que han batido cifras record en los últimos 3 años.
Por último, en Chile, el estallido social de 2019 catapultó a la presidencia a Gabriel Boric, un estandarte de las protestas violentas que buscaron ponerle fin a un sistema conformado por políticos duchos en el arte del diálogo y la negociación.
En Argentina, de igual manera, políticos como Javier Milei o Patricia Bullrich continúan sumando adeptos, mientras los políticos moderados (Horacio Rodríguez Larreta, Sergio Massa, Alberto Fernández y Juan Schiaretti) parecen haberse estancado desde hace largo rato.
¿Significa esto que Patricia Bullrich y Javier Milei se encuentran en una mejor posición que el resto de los precandidatos? (***)
Puede ser. En cualquier caso, la película no es asimilable a la foto. Además, aun falta ver qué sucede en estas últimas semanas de campaña y ver cómo evoluciona la intención de voto del electorado, especialmente, los indecisos que componen aproximadamente un 30-40% del padrón total (****).
*Esto es cierto aun cuando Massa pueda ser el candidato más votado en agosto. La capacidad de resiliencia del peronismo y su influencia en amplios sectores de la sociedad argentina no puede ser subestimada
**Es bueno no confundir liderazgos fuertes con liderazgos antisistema. Por poner un ejemplo, la precandidata Patricia Bullrich representaría un “liderazgo fuerte”, mientras que Javier Milei es considerado fundamentalmente un político antisistema
***Sería bueno ver hasta qué punto los electorados de ambos candidatos se solapan. Mi opinión es que esto ocurre en un mínimo grado, al punto de que no resulta un gran obstáculo para ninguno de los dos
****Interesante en este sentido es ver y analizar la evolución de la llamada “campaña del miedo” que despliega actualmente el oficialismo. Esa campaña, si tiene éxito, podría limitar el crecimiento potencial de ciertos candidatos a la derecha del espectro político, especialmente si no son capaces de asegurar la continuidad de ciertos beneficios sociales para los más pobres. No hay que olvidar que uno de los pilares de la victoria electoral de Mauricio Macri en 2015 fue la promesa de mantener los planes sociales heredados de la etapa anterior. Javier Milei ya se ha decantado en favor de su continuidad, no así Patricia Bullrich y H. R. Larreta (quienes, por el contrario, afirmaron querer eliminarlos). En el contexto de un país sumamente empobrecido, las consecuencias de una u otra decisión podrían ser importantes